Prácticamente desde que nacemos tenemos que educarnos en muchísimas cosas. Casi sin darnos cuenta, y según van pasando los días, adquirimos un montón de habilidades, aprendizajes, movimientos y nuevos mecanismos que nos permiten llegar más lejos, coger una cosa más grande, subirnos a un nuevo sitio. Pero, ¿cómo influye la bicicleta en el desarrollo de un niño?
Llegado un momento en la vida del niño, cuando está a punto de aprender a caminar, o cuando lleva poquito tiempo caminando, sería ideal que los padres le regalaran su primera bicicleta.
El ciclismo es una actividad física que favorece la salud de las personas que lo practican. Además tiene innumerables beneficios para el medio ambiente, la felicidad de la persona, la calidad de vida en las ciudades etc… Al mismo tiempo, el uso de la bici ofrece un montón de beneficios en el desarrollo infantil. Los primeros y más claros, aumenta la confianza del niño y mejora el aprendizaje del equilibrio.
Igual no les gusta mucho al principio, o no saben bien manejarla, o les parece un estorbo. Pero pronto los niños no querrán despegarse de su bicicleta, porque ganan libertad. Es su primer contacto con la libertad desde que han nacido. Pueden elegir ir para un lado o para el otro, parar o correr más, y si estamos en un sitio seguro como un parque, pueden alejarse unos metros de los padres. Estos trocitos de libertad y aprendizaje continuo son importantísimos en el desarrollo infantil.
Además, el uso de la bicicleta en los niños, mejora su sistema respiratorio y circulatorio, sus articulaciones. Mejoran su agilidad, resistencia y la coordinación del cuerpo. Crea y fomenta vínculos sociales.
También favorece el desarrollo intelectual. Hay estudios españoles que indican que los niños que van al colegio en bicicleta son más inteligentes.
Por estos motivos, sin contar las razones de ocio y de diversión que rodean a la bicicleta, los padres, tíos o abuelos deben de ser los responsables de hacer que cada niño y niña tengan su bicicleta.